La psicología infantil nos habla de que a través del juego los niños expresan su mundo interior y desarrollan su inteligencia, su creatividad, su socialización con otros niños y con los adultos.

También a través del juego adquieren los niños una determinada comprensión del mundo que les rodea, y comienzan a actuar en consecuencia. El juego sería algo así como un ensayo general de la vida; una representación, un banco de pruebas.
Es por eso que debemos tomar conciencia de la importancia que tienen los juguetes en esta representación del mundo, y en la propia conciencia que el niño va adquiriendo respecto a sí mismo.

Es por ello que, desde Canuca, prestamos una especial atención al juego en la educación emocional de los niños a través de nuestro centro educativo.

Por norma general, la presentación de los juguetes a través de los catálogos comerciales vienen diferenciados entre juguetes de niños y de niñas. Páginas rosas para los juguetes de niñas, y páginas azules para los de niños.

Tanto unos como otros parecen estar empecinados en perpetuar los roles tradicionales hombre-mujer de nuestra sociedad, roles por otra parte que ya no se corresponden con la realidad actual.

Los juguetes de niñas suelen estar orientados a fomentar valores como los del cuidado: cuidado de bebés, cuidado del hogar, la ternura, la estética… y poco dados a fomentar los valores tradicionalmente masculinos: la acción, la vida fuera del hogar, la valentía, el liderazgo…

Lo mismo ocurre con los juguetes considerados como propios de niños, escamoteándoles la posibilidad de vivenciar y expresar su ternura, de darse cuenta de que el ámbito interior, tanto doméstico como personal, es algo también a lo que prestar atención y que hay que desarrollar.

Otra lectura respecto a los catálogos de juguetes y que nunca hemos visto mencionar en parte alguna es el orden de aparición de los juguetes. La sección de niños suele aparecer antes que la de las niñas, quedando éstas relegada a un segundo lugar. De manera muy sutil e inconsciente ya estamos marcando quienes son más importantes en la sociedad, los niños o las niñas, quienes están el «portada», y quienes en la contraportada. Claro, alguien han de ser lo primeros en el catálogo pero, ¡qué curioso, siempre son los niños! Pero ¿de verdad es necesario que los juguetes estén diferenciados por género en un catálogo? Nosotros creemos que lo necesario es justo lo contrario, no establecer diferenciaciones limitadoras niño-niña en el mundo del juguete.

También podríamos hacer mención de los anuncios de juguetes en televisión, y cómo estos muestran los roles desfasados masculinos y femeninos de los niños.

Sin embargo, aunque haya cosas que los padres y madres no puedan cambiar, sí pueden hacer mucho para ofrecer un juego más saludable a sus hijos con dos sencillas claves:

En primer lugar, ser ellos mismo quienes no discriminen el tipo de juguetes a los que han de jugar sus hijos. Permitirles que estos puedan jugar a todo tipo de juguetes, tanto los considerados «masculinos» como los «femeninos». No se trata ahora de impedir que las niñas jueguen con muñecas ni los niños con balones de fútbol; sino bien al contrario, permitir que una niña juegue con un balón y el niño con una muñeca.

En segundo lugar, ser las propias mamás y papás quienes ofrezcan a sus hijos a través de su propia vida, modelos masculinos y femeninos más flexibles y saludables.»