La Psicoterapia Gestáltica se basa en unos fundamentos que nos pueden facilitar la comprensión de esta situación y darnos pie a poder mejorarla.
Un primer principio en el que se asienta este tipo de terapia humanista es que cualquier organismo está compuesto por partes o pedacitos y que lo principal, no es conocerlos todos sino mas bien, saber cómo se disponen.
De este modo, lo mismo ocurre con el comportamiento y sentimiento humano, no es tan significativo encontrar los porqués, sino más bien loscómo. Es bastante más interesante y conveniente para la persona darse cuenta de lo qué hace y de qué manera lo hace, para poder modificar dicha conducta o sentimiento desagradable y doloroso, que simplemente obsesionarse con preguntarnos constantemente acerca de los porqués.
Estos porqués nos hacen caer en una dinámica que nos puede alejar de nuestra responsabilidad en el asunto y, aún siendo contrario a lo que queremos, fijarnos más a ella. Perls (1974) definió esta premisa del siguiente modo: «Es la organización de hechos, percepciones, conductas y fenómenos, y no los elementos individuales de los que se componen, lo que les define y les da su significado específico y particular».
Un ejemplo simple de esto podría ser: una mujer entra en una fiesta y no percibe a todas las personas por igual. Si ella es extrovertida y le gusta ayudar a otras, seguramente le llamarán más la atención aquellos individuos que ella identifiquen que están solos en la sala y que deduzca que le hace falta protección, auxilio o un empujón por su parte para integrarse con los demás, que las personas que ya están integradas, bebiendo y charlando con otras. Las «no integradas» pasarían a ser su figura y las «participativas» formarían parte de su fondo, pasarían más desapercibidas.
El segundo principio, es el que se le conoce como homeostasis. Esta premisa tiene que ver con la dirección que toma nuestra vida y todos nuestros comportamientos que algunos científicos llaman homeostasis y otros adaptación. Este proceso va encaminado a mantener el equilibrio, y por tanto la salud, de un organismo en medio de condiciones que van modificándose todo el tiempo al igual que la persona. De esta manera, parece que la homeostasis mantiene al organismo en esta armonía, en medio del ambiente cambiante y que le sirve a satisfacer sus necesidades. Así, cuando este proceso falla, el individuo entra en un estado de desequilibrio, y si esta perturbación se alarga un periodo largo de tiempo, la persona enfermará, por ejemplo, se sentirá angustiada, con falta de energía, incluso se podría llegar a una depresión.
Una persona tiene gran cantidad de necesidades. Entre ellas, podríamos hablar de las necesidades de contacto, de las fisiológicas y de las emocionales o psicológicas. Por ejemplo, necesidad de recibir besos, abrazos o caricias; necesidades por ejemplo de comer; y por ejemplo, necesidades de que nos respeten o que nos quieran.
Maslow (1983) desarrolló un esquema de nuestras necesidades en forma de pirámide, en la cual se representaban las mismas según la importancia que tienen para las personas. De este modo, en la base se encuentran las necesidades fisiológicas, tan fundamentales que sin su satisfacción no podríamos vivir. A estas le seguirían las necesidades de contacto y las psicológicas, y por último, las de autorrealización.
De esta forma, un individuo puede sentir rabia y tristeza porque ha roto con su pareja siempre que tenga la barriga llena y salud. O sentirse angustiado porque su trabajo no le llena siempre que tenga un techo donde vivir, por ejemplo.